22 jun 2009

Días grises





Días de invierno grises, con bruma o con un temporal, son del agrado de muchos, sin embargo hay otros que no lo soportan, se deprimen, necesitan luz y sol. Caminar por la calle en estos días suele ser más gris que el día mismo: abrigos negros, paraguas oscuros, como de fotografía antigua, parecen reforzar la idea del mundo visto en blanco y negro.

Parecemos tener un sexto sentido para adecuar nuestra vestimenta e indumentaria en general, al color de la estación en curso; primaveras en tonos pastel, veranos multicolores, otoños en colores tierra e inviernos oscuros. Pero quienes se deprimen con el frío y la penumbra, deberían doblarle la mano al color y transformar el monocromo invierno en un mundo acogedor y colorido, aportando calidez desde todos los ángulos, partiendo por la vestimenta.

Saber que después de un día frío y húmedo se va a llegar a un lugar totalmente opuesto, cálido y acogedor es reparador para el espíritu, incluso en medio de un temporal.

Una imagen recurrente en las películas es la de alguien que está en el frío de una noche nevada y mira por una ventana hacia el interior de una casa, o cabaña, en la que se ve una familia feliz junto a una chimenea, normalmente celebrando la navidad. Esta imagen repetida representa el deseo de todos nosotros de estar en un lugar seguro mientras afuera ocurre la peor pesadilla climática. Entonces, si eso es lo que realmente sentimos, ¿por qué nos dejamos llevar por la monotonía, aunque para algunos de gran belleza, de los días oscuros?

No sólo la primavera es momento de renovación, especialmente si no somos una especie que hiberne, por lo que renovarse en invierno es una alternativa estupenda para vivir, y disfrutar de esta hermosa estación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario